martes, 27 de septiembre de 2016

El Olor de los Recuerdos


Voy a comenzar este post preguntándote ¿te ha pasado que al oler un día lluvioso sientes que te trasladas a un momento exacto de tu niñez? o ¿que algún perfume te recuerde momentos o personas?, a mi me suele suceder, y es si se puede un momento de pausa en mi día, si al pasar por algún lugar huelo a tierra mojada, inmediatamente recuerdo las tardes de lluvia en mi colegio de primaria, o el olor del mar me recuerda mis vacaciones a la casa de playa con mis padres, así como los aromatizadores de autos me recuerdan los viajes a casa de mis tíos y suelo recordar personas por los distintos perfumes que usan, por eso al oler esas fragancias en la calle digo: huele a fulano o a sultana.

Esta es una de las cosas que me parecen más maravillosas porque nos conecta directamente con algo de nuestro pasado que nuestro cerebro decidió almacenar. 
Resulta que cuando percibimos un aroma, este es recibido por nuestras fosas nasales las cuales envían la información a nuestro cerebro, este las almacena en el lóbulo frontal donde se generan recuerdos y envían distintas emociones al resto de nuestro cuerpo. Es por eso que un aroma puede causarnos felicidad o nostalgia dependiendo del momento o la circunstancia a la cual está enlazada en nuestros pensamientos.  La capacidad de nuestro cerebro de procesar olores incrementa las sensaciones al experimentar una emoción como la atracción física.

Los creadores de grandes perfumes lo tienen muy claro: Desde el comienzos los creaban compuestos con feromonas de origen animal como el ámbar gris o el almizcle diluidos en esencias florales. En los tiempos actuales, estas feromonas han sido sustituidas por imitaciones hechas de forma totalmente sintética.  El éxito de una nueva creación, radica en la capacidad de despertar la atracción en el sexo opuesto mediante la utilización de la feromona sintética o animal adecuada, mezclada con el aroma perfecto para la creación de ese perfume.

Los niños nacen con un olfato muy desarrollado y superior al que tenemos los adultos. Este nivel de desarrollo se explica desde la necesidad de asegurarse un alimento adecuado lo antes posible. A las 24 horas de haber nacido los bebés son capaces de mostrar rechazo a ciertos alimentos en base a su olor.

Hay olores específicos de personas, que no se trata de ninguna fragancia artificial sino de sus mismas esencia. por ejemplo; el olor de las personas que más amamos nos produce una sensación de paz y seguridad. y cuando no estamos cerca de ellas con solo recordarlas podemos llegar a sentir ese aroma. Es grandioso como nuestro cerebro se une con nuestro corazón para permitirnos experimentar estos momentos.
Seguro ya sabes de que hablo, imagino que ya has recordado esos aromas que te recuerdan algún buen amor, o por el contrario una decepción. Es hermoso Vivir sintiéndote vivo. recuerda dejar tus comentarios. cuéntame qué te pareció. 

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